Un chico que se hace tatuajes por amor a su novia

Un amigo mío de mas o menos treinta años, se enamoró profundamente de una chica que yo conocía. Ella cautivó su corazón. Pasaba las noches despierto soñando con el día en que se casaría con su preciosa doncella. Ella, no le ponía mucha atención a pesar de la insistencia de sus amigas y amigos que le decían que “estas oportunidades vienen una vez en la vida”.

Hacedores de Proezas


Salmos 60:12 En Dios haremos proezas, y El hollará a nuestros adversarios. Cuando leemos la palabra notamos de los prodigios y las maravillas que nuestro Dios hizo a lo largo de la historia, pero no debemos olvidar que el no cambia no se muda, en este tiempo Dios anda buscando hombres y mujeres que le cran como Abraham, Moisés, Débora, Ana, David y Ester todos los personajes mencionados tenían la característica principal que le creían a Dios a pesar de las dificultades y circunstancias adversas ellos lograron hacer proezas.

TU CORAZÓN


Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque éste determina el rumbo de tu vida. Proverbios 4:23 (ntv)

Proverbio nos enseña la importancia de cuidar nuestro corazón ya que determina nuestro futuro. Todas nuestras decisiones se toman en nuestro corazón, entonces todo lo que actuamos o decimos están ligadas a nuestro corazón (La gente buena siempre hace el bien, porque el bien habita en su corazón.

Cuatro amenazas para nuestra felicidad




Nuestro Padre desea que seamos felices. Y para lograrlo debemos alejarnos de cuatro actitudes que solo traen tristeza y ansiedad. La primera actitud que nos amenaza es la comparación. Alégrate de ser único y valioso. Dios no ha creado a dos seres iguales.¡Qué bendición! Su creatividad es infinita, pero las personas insistimos en la vana comparación que nos hace pensar que somos inferiores si no logramos tener o alcanzar lo que vemos en otros. No pretendas vivir la vida de alguien más sino la tuya.
Aprende a disfrutar quien eres y lo que puede alcanzar. Valorémonos y hagamos a un lado la comparación que nos aleja del gozo
que nuestro Señor desea darnos.

Desaprender


Hemos nacido con una gran capacidad de aprendizaje. Los bebés, desde sus primera horas de vida, aprenden a comunicar lo que necesitan y a partir de entonces, nunca dejan de recibir información que procesan y aplican para interactuar. La vida es como una escuela y todos somos maestros, no solo de nuestros hijos, sino de quienes nos observan, por lo que también aprendemos de lo que observamos. Esta maravillosa condición, puede volverse en nuestra contra si no nos tomamos de la mano del Señor, quien nos indica qué es lo correcto, porque es muy probable que hayamos aprendido cosas que no van de acuerdo a Sus parámetros. Yo formo parte de una familia muy tradicional, donde a los varones nos enseñaron a dejarnos servir por las mujeres. Recuerdo muy bien a mi abuelo sentado a la mesa, llamando a mi abuela para que le alcanzara ¡el salero que tenía frente a sus ojos! Por supuesto, cuando intenté aplicar lo aprendido, no me fue muy bien con mi esposa, quien me enseñó a convivir y colaborar en familia. Así que aprendemos cosas que no se deben, tal vez a fumar, a beber o a responder agresivamente. Por lo que debemos someternos a un proceso de “desaprendizaje”. La Palabra nos dice que al conocer a Jesús, fuimos rescatados de nuestra manera de vivir1, es decir que en Él recibimos nueva vida y debemos aprender a desechar lo que no estaba bien y no nos sirve2.